Rita Barata, Manager de Friendly Materials, se planteó una pregunta: ¿La arquitectura puede salvar vidas? A partir de esa duda elaboró un estudio durante tres años y sacó un par de conclusiones, en donde expuso qué materiales son importantes para lograr vivir mejor, a partir de la arquitectura sostenible como solución.
En la charla TED, realizada en la ciudad de Barcelona en diciembre del 2018, la arquitecta empezó desarrollando la actualidad: “Hoy en día el 50% de la población mundial vive en las ciudades y ese porcentaje pasa el 90% de su día dentro de ambiente de interiores”. Si bien, parece un dato extraño, o por lo menos impactante, el gran porcentaje de los ciudadanos solo está fuera de estos ambientes cuando se traslada de un lugar a otro, en donde el resto del día está en la oficina, en la casa, en un bar, en una reunión, etcétera.
Pero, ¿qué problema hay en estar en el interior? Para Barata muchos. En realidad, los inconvenientes no se relacionan en cuánto tiempo están en los ambientes de interior, sino en cómo son esos ambientes de interiores: “Los ciudadanos no lo saben y piensan que no es así, pero en los ambientes interiores hay entre 2 a 5 veces más de contaminación que fuera de la casa o de la oficina”. La explicación, primera y principal, es que “dentro no hay mucha ventilación” y lo confirma: “A pesar de la polución y de la cantidad de coche que hay afuera de los ambientes, el aire que corre hace circular y que esas bacterias no se estanquen en ningún lado”.
Sin cargar toda la responsabilidad de la contaminación a la circulación del aire, Barata explica, de una forma resumida, el paso del tiempo relacionado a la construcción: “Durante la prehistoria, las personas no construían y vivían en cavernas. La historia continúo y empezaron a construir su casa con materiales que encontraban: troncos y piedras. Después, los empezaron a combinar: agua, arena y piedras, pero todo explotó con la Revolución Industrial. Se crearon muchos materiales que combinaban los recursos naturales, en donde no se sabía si eran tóxicos o no, pero al haber ambientes grandes, la circulación de aire hacia que todas aquellas bacterias salieran de los hogares. Pero, como forma de preservación de temperatura dentro de los ambientes, estos se empezaron a hacer más reducidos y se agudizó la cuestión”.
Si bien, el mundo de la construcción ahora está yendo en contra de la contaminación y se percibe a la arquitectura sostenible como forma de realizar los proyectos arquitectónicos, los materiales que hay en el mercado alcanzan para romper el paradigma actual. “Lo que falta es información”, afirmó la arquitecta.
A partir del estudio que llega a cabo Barata, se sigue preguntando si la arquitectura sostenible salva vidas, pero aún no había logrado tener un estudio, pero sí una hipótesis en la que trabajó. Ella empezó a investigar cómo era la conformación de los materiales para saber qué injerencia tenía dentro de la vida de cada persona que viva o que transite en ese ambiente. Allí el estudio dio resultados y ella los agrupó en: “Materiales inertes, que no generan contaminación: que podrían ser las piedras, por ejemplo. Los Materiales que desprenden cosas: sustancias que no se ven y no se sienten, pero afectan al aire que respiramos, como podría ser las pinturas o tubos de PVC. Y, por último, Materiales que absorben cosas: que sacan de los lugares esas sustancian a partir de la absorción”.
Si bien, estos últimos se subdividen en dos grupos, en donde Barata los etiqueta como los héroes y los villanos. Los primeros son los que captan estas sustancias del aire o que llevamos en las manos y las transforman en algo inocuo, como “los materiales foto-catalíticos”. Los otros, son materiales que también captan estas sustancias, pero “las transforman en algo peor”.
El sector de la arquitectura y de la construcción se basa la elección de los materiales en tres pilares: La prestación que nos da, el costo y la estética. Lo que nos dimos cuenta es que nos falta un ítem muy importante, la salud. Y ahí nació la pregunta: ¿La arquitectura sostenible salva vidas?
“Ahora, después de tres años de trabajo, tenemos una respuesta”, se sinceró Barata, quien con una sonrisa dijo: “Nos dimos cuenta que los únicos que pueden salvar vidas son los médicos, pero nosotros -desde el sector- podemos hacer nuestro aporte y acompañar a que ese ambiente interno este mejor y acompañe la recuperación del paciente en un hospital, por ejemplo”.
Por su parte, abrió el juego al público donde preguntó: “¿Quiénes de aquí tienen hijos?”. La mitad del recinto de unas 300 personas levantaron la mano y ella desarrolló: “Estoy segura que casi 150 personas de aquí han pensado de qué color pintar la habitación de su hijo y casi todos habrán pensado solo en la estética, por encima de la salud”. En conclusión, pensaron solo en el color que iban a pintar, antes de que tan bueno o malo sería esa pintura: “Este estudio arrojó que el 90% de las personas elige el color de pintura de una habitación solo por estética”.
Según la agencia ambienta americana, el grupo poblacional que se ve afectado más en ambiente s interiores cerrado son los niños, las embarazadas o mujeres en período de lactancia, los ancianos. Curiosamente, un grupo que pasa el mayor tiempo de su día encerrado y además todos hemos sido este bebé, muchas serán madres y todos llegaremos a anciano.
La arquitectura sostenible como solución de la contaminación podría ingresar dentro de la obra, a partir de la utilización de distintos elementos para tener una obra que tenga mayor eficiencia energética y genere menor contaminación. Pero, Barata sin ingresar ni abordar en el tema de la obra, intentó romper con el paradigma actual y dar algunos consejos usuales para se contribuya a generar mejores ambientes:
-Ventilar la casa regularmente unos 15 minutos al día
-Si vas a construir, utilizar la cerámica, ya que es un material muy bueno para la casa, es inerte, fácil de limpiar, económico y “súper resistente”
-Si tienes que elegir una pintura, intenta hacerlo con baja emisiones de compuestos volátiles. Esta información se encuentra en el mismo envase y no cambie el precio.
-Si vas a comprar muebles de madera, o quieres cambiar el piso a parqué, “intenta que la madera este certificada con bajas emisión de formaldehído”.
Esto bajará la probabilidad de algunos problemas de salud relacionado a estos temas, como son la lipoatrofia, el síndrome del edificio enfermo o la SQM, que tiene que ver con la sensibilidad de las personas relacionado al campo electrónico a la no tolerancia de la red wifi.
Por su parte, contribuirá a nuestro crecimiento: un estudio en la Universidad de Harvard que se realizó en el 2016, se hizo trabajar a un grupo de personas en un ambiente saludable y otro en un ambiente “normal”, en donde se evalúo la respuesta cognitiva y el resultado fue contundente: la persona que trabajó en el ambiente saludable tuvo una mejor respuesta cognitiva de un 300% que relación al otro grupo.
Este estudio hizo entender y marcar la importancia de la construcción para mejorar la vida de las personas. Para que el día a día sea más saludable con pequeños movimientos que generaran un gran cambio. Si bien, aún falta que la información circule, si has leído este artículo o escuchaste a Rita Barata, ya será responsabilidad tuya: “Ahora que podéis, elegí salud”.